Ha llegado el otoño y, con él, una de las tareas que pueden resultar más tediosas para el jardinero profesional o aficionado: recoger las hojas del jardín que caen de las especies de árboles caducifolios y que forman una espesa alfombra en nuestro rincón verde.
Sin embargo, siguiendo algunos consejos que os ofrecemos desde Jardinería Domenech, esta tarea puede ser mucho más rápida y llevadera.
Con algunos consejos y las herramientas necesarias, tendremos el jardín libre de hojas rápidamente y sin emplear demasiado esfuerzo.
Cómo recoger las hojas del jardín
El otoño es una estación especial.
Termina el calor sofocante del verano, el aire se refresca y los jardines nos ofrecen el colorido más variado bonito de todo el año.
Sin embargo, es ahora cuando surge una huésped algo molesta: la hojarasca, que además de afear el jardín, puede terminar estropeando el césped si no la retiramos a su debido tiempo.
Que necesitamos para recoger hojas
La herramienta fundamental para acabar con las hojas secas es el rastrillo, también llamado abanico, que nos permite arrastrar y amontonar las hojas con comodidad.
Tan solo tenemos que pasarlo por las zonas donde se encuentran las hojas, hacer montones con ellas e introducirlas en sacos con ayuda de unas manoplas de plástico.
Para terminar, o bien depositamos los sacos en el contenedor de color marrón o bien reciclamos en casa las hojas recogidas.
¿Qué podemos hacer con las hojas recogidas?
Es posible que al terminar tu tarea de limpieza te surja la duda de qué hacer con los restos.
Pues bien, debes saber que las hojas de los árboles, al igual que la tierra del jardín, constituyen materia orgánica que se puede -y se debe- reciclar, por lo que no se recomienda tirarla a un contenedor normal.
Por el contrario, tenemos dos posibilidades para aprovechar estos residuos.
Reciclaje
Las hojas deben tirarse al contenedor marrón de residuos orgánicos.
Si tu comunidad autónoma todavía no cuenta con estos contenedores, porque todavía no están implantados en toda España, es mejor que lleves los sacos de hojas a un punto limpio.
Gracias a esta acción estarás contribuyendo en la fabricación de un biorresiduo que se puede aprovechar como fertilizante e incluso como generador de energía. ¡Merece la pena que pongas tu granito de arena!
Hacer compost
Es otra opción muy beneficiosa también porque es una forma ecológica y económica de conseguir fertilizante para tu jardín y tus plantas.
El compost se consigue convirtiendo deshechos orgánicos (hojas, ramas, hierba cortada, cáscaras de plátano, posos de café, etc.) en un fertilizante que nos ayudará a estimular la vida en el suelo, a que la tierra esté más suelta y a que las plantas crezcan mejor.
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