La poda de árboles grandes y arbustos requiere conocimientos básicos de jardinería, ya que los errores e imprecisiones pueden no sólo perjudicar su desarrollo, sino incluso provocar la muerte del árbol o arbusto.
Es importante saber cuándo es el momento adecuado para podar, pero es imprescindible saber cual es la técnica de corte utilizar, es necesario saber cuándo y cómo proceder con la poda para eliminar las ramas demasiado juntas, o al acortamiento para reducir su altura.
Aprende a podar árboles
En primer lugar, es bueno decir cómo no se deben podar los árboles: se debe evitar siempre el recorte.
La razón es fácil es que el corte provoca heridas que el árbol es incapaz de curar, facilitando la entrada de hongos patógenos que debilitan la estructura del árbol y, de hecho, lo hacen más peligroso.
«Cortar» un árbol para que sea más estable es un mito que, por desgracia, aún sigue muy establecido
Es un mito que, en cierto modo, se originó en el campo, cuando los árboles eran «defraudados» por razones de cultivo (por ejemplo, para la alimentación de los animales), pero que no tiene que existir en un entorno urbano.
Además, las hormonas que regulan el crecimiento de la planta son producidas por la llamada «yema apical» (la que está más arriba, para simplificar) al eliminarla, se priva a la planta del control hormonal sobre su propio desarrollo, con la consecuencia de tener una vegetación desordenada.ç
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Por otro lado, las ramas que se forman como resultado del resurgimiento vegetativo suelen estar débilmente insertadas en el tallo, por lo que, una vez más, vemos cómo la poda excesiva compromete la estabilidad de la planta en lugar de mejorarla.
La poda de árboles y arbustos deben realizarse con cuidado, evitando dañar la planta, lo que tendrá consecuencias en el año siguiente.
El corte se realiza por encima de la yema, pero no demasiada cerca de ella, y debe estar inclinado en la misma dirección. La yema, que ejerce una fuerte atracción linfática, permite que el corte se cure bien.
Tareas a realizar en la poda de árboles
Hay algunas operaciones generales de poda que deben llevarse a cabo siempre que sea necesario.
- Una de ellas es la eliminación de los chupones, es decir, las ramas en la base de la planta, que suelen ser generadas por el portainjerto y otras ramas de crecimiento vertical que se forman en una rama. Ambos tipos de ramas quitan nutrientes a la planta y no tienen valor productivo.
- Las ramas secas o enfermas también deben eliminarse con regularidad, y las que están demasiado agrupadas deben ser raleadas para permitir que la planta se ventile y reciba la cantidad adecuada de luz solar.
- Las ramas que son demasiado colgantes o incluso las ramas insertadas en el tronco en un ángulo demasiado cerrado deben recortarse porque corren el riesgo de desprenderse y causar así grandes daños a la planta.
Recortes de acortamiento en los árboles
Los cortes de acortamiento de un árbol se dividen en:
- Recorte: Si se producen a pocos centímetros del ápice o del tallo.
- Acortamiento: Si se encuentra en la parte central de la rama.
- Apisonar: Si se cortan cerca de la base dejando sólo unos pocos brotes. Son cortes que estimulan la vegetación y deterioran su producción, son útiles para rejuvenecer partes de la planta.
- Corte de retorno: Se refiere a la eliminación del ápice de una rama por encima de una rama lateral, que a su vez se convierte en la parte superior.
¿Por qué hay que podar los árboles?
Técnicamente, cuando hablamos de poda de árboles es la extracción de una rama o un ramal cuando se cortan por la base, si están mal posicionada, en exceso, o es demasiado vigorosas. Lo importante es hacer el corte correctamente.
En la base de la rama hay una zona de corteza, llamada cuello, y es el asiento de los mecanismos de defensa y curación de la planta, a partir de la cual se forma un callo que cerrará la herida del corte. Para que esto ocurra el corte no debe ser a ras, se debe dejar una pequeña porción de madera.
La forma de realizar la poda de árboles y arbustos es muy importante porque, sea cual sea la planta o el motivo de la poda, siempre hay que hacer un corte limpio, sin deshilachar, porque de lo contrario la herida tendrá dificultades para cicatrizar.
Además, el corte debe ser siempre oblicuo y en el lado opuesto del cogollo porque así se evitará que el agua se acumule en él. El corte debe hacerse también unos milímetros por encima de la yema.
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